Diego Maradona, una leyenda inmortal del fútbol, dejó un legado en la historia del deporte sin precedente. A lo largo de su vida, este talentoso argentino nos brindó momentos de magia y emoción que perdurarán para siempre en la memoria de los amantes del fútbol.
Desde su humilde comienzo en las calles de Buenos Aires hasta su consagración como uno de los jugadores más icónicos del mundo, Maradona vivió una carrera llena de momentos extraordinarios que redefinieron el juego.
A continuación, a 63 años de su nacimiento, exploraremos diez hitos que marcaron la trayectoria de este genio del fútbol, recordando sus hazañas, su pasión desbordante y su legado duradero en el universo futbolístico.
Adentrémonos en la extraordinaria vida de Diego Armando Maradona.
1. La Promesa en “Cebollitas”
Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre de 1960 en Lanús y su infancia se desarrolló en Villa Fiorito, un humilde barrio del sur del Gran Buenos Aires.
Desde temprana edad, Diego Armando Maradona demostró un talento innato para el fútbol. Sobresalía en cualquier cancha de tierra en la que jugaba. Sin embargo, fue en los campos de “Los Cebollitas” donde su genio empezó a brillar con una intensidad única.
El equipo juvenil de Argentinos Juniors, conocido cariñosamente como “Los Cebollitas“,porque los jugadores eran todos “chiquititos”, fue la primera plataforma donde Maradona desplegó su magia.
A pesar de su contextura física diminuta, su agilidad, visión de juego y precisión eran asombrosas para alguien de su edad. Desde el momento en que pisó la cancha, quedó claro que estaban ante un talento fuera de serie.
Su sueño era jugar en la selección argentina y ganar el Mundial. Así lo expresó en una entrevista que le hizo el periodista Roberto Maidana cuando tenía diez años y ya era una figura destacada de los Cebollitas, que deslumbraba con su juego y su invicto de más de cien partidos.
Maradona era el líder y la estrella del equipo. Con su zurda mágica, su gambeta endiablada y su carisma arrollador, hacía delirar a las multitudes que lo seguían a todas partes.
Sus goles, sus caños, sus sombreros, sus rabonas y sus globitos quedaron grabados en la memoria de todos los que lo vieron jugar. También sus gestos de rebeldía, de picardía y de solidaridad con sus compañeros.
2. El debut en Argentinos Juniors
Maradona debutó en la Primera División del fútbol argentino el 20 de octubre de 1976 y marcó el inicio de una nueva era en el fútbol argentino.
Fue con la camiseta de Argentinos Juniors, en un partido contra Talleres de Córdoba por el Torneo Nacional. Era un joven de apenas 15 años, pero su presencia en el campo irradiaba una confianza y un talento que trascendían su edad.
El entrenador Juan Carlos Montes lo hizo ingresar en el segundo tiempo, cuando el equipo perdía 1 a 0. Le dijo: “Entre y juegue como sabe. Si puede tire un caño”.
Aunque no pudo evitar la derrota, dejó una gran impresión en todos los presentes. Así comenzaba su carrera profesional, que lo llevaría a convertirse en uno de los más grandes de la historia.
Cada toque, cada pase, revelaba una madurez futbolística mucho más allá de sus años. Los rivales se encontraban perplejos ante su habilidad para evadir defensas y crear oportunidades de gol. Maradona no solo jugaba: reinventaba el juego.
3. El paso a Boca Juniors
Maradona fue transferido a Boca, donde su legado comenzaría a escribirse con letras de oro. En La Bombonera, el estadio vibraba con la energía de una afición que reconocía en Maradona a un líder que los llevaría hacia la gloria.
El traspaso fue una declaración de ambición y deseo de Maradona por alcanzar la cima del fútbol mundial. En La Bombonera, Diego encontraría su hogar futbolístico y el escenario donde forjaría algunas de las páginas más gloriosas de su carrera.
El pase de Maradona a Boca Juniors fue una de las operaciones más espectaculares y polémicas del fútbol argentino.
El jugador era pretendido por varios clubes. Sin embargo, Maradona tenía el sueño de jugar en Boca, el equipo de sus amores y el de su familia.
En Boca jugó hasta 1982, disputando 71 partidos y marcando 35 goles. Fue el máximo goleador del Metropolitano 1981, y el mejor jugador del fútbol argentino en 1981.
Con el equipo xeneize logró su primer título como profesional: el Campeonato Metropolitano de 1981, que se definió en una final contra Ferro Carril Oeste.
4. El Mundial Juvenil de 1979
El Mundial Juvenil de 1979 fue la consagración definitiva de Maradona como una estrella mundial. El torneo se disputó en Japón, entre el 25 de agosto y el 7 de septiembre, y contó con la participación de 16 selecciones.
Maradona fue el capitán, el líder y la figura indiscutida del equipo argentino, que mostró un gran nivel de juego y una contundencia goleadora.
La final fue contra la Unión Soviética, que había eliminado a Brasil en la otra semifinal. Argentina se impuso por 3-1, con goles de Hugo Alves, Ramón Díaz y Maradona.
El equipo albiceleste se consagró campeón mundial juvenil por primera vez en su historia, y Maradona recibió el Balón de Oro al mejor jugador del torneo.
5. El paso por el Barcelona
Su sueño era jugar en Europa, y después del Mundial de España de 1982, se concretó su fichaje por el Barcelona, uno de los clubes más prestigiosos de Europa, por 7,30 millones de euros, lo que lo convirtió en uno de los jugadores más caros del mundo.
En su primera temporada con el Barcelona, Maradona dejó una marca imborrable al guiar al equipo a la conquista de la Copa del Rey.
Sin embargo, su mayor logro llegaría en la temporada siguiente, cuando lideró al Barcelona a la consecución del título de la Liga española. Fue una demostración de su capacidad para llevar a un equipo a la cima y para elevar el nivel de juego de todos a su alrededor.
Pero más allá de los triunfos en el campo, la estancia de Maradona en el Barcelona también estuvo marcada por su carisma y su conexión con los aficionados.
Su personalidad magnética y su entrega en cada partido lo convirtieron en un ídolo no solo para los culés, sino para el mundo del fútbol en general.
A pesar de su corta estancia en el Barcelona, el legado de Maradona en el club perdura hasta el día de hoy. La camiseta blaugrana de Maradona es venerada como un símbolo de grandeza y su nombre continúa resonando en los corazones de los aficionados del Barcelona en todo el mundo.
En sus dos años como azulgrana disputó 58 partidos oficiales y marcó 38 goles. Ganó tres títulos nacionales pero no pudo conquistar ninguno internacional ni brillar como esperaba.
6. El Mundial de 1986
El Mundial de Fútbol de 1986 en México fue el escenario donde Diego Maradona escribió uno de los capítulos más gloriosos de la historia del fútbol.
Para Maradona y para Argentina, este torneo se convirtió en una saga legendaria que perdura en la memoria colectiva del deporte.
En cuartos, llegó el partido más recordado del Mundial: Argentina contra Inglaterra. El duelo tenía una carga política y emocional por la reciente guerra de las Malvinas entre ambos países.
Maradona fue el protagonista absoluto del encuentro, al marcar dos goles históricos que le dieron la victoria a su selección por 2-1.
El primero fue conocido como “la mano de Dios”, ya que Maradona lo convirtió con su mano izquierda sin que el árbitro lo advirtiera.
El segundo fue elegido como “el gol del siglo”, ya que Maradona recorrió más de 60 metros desde la mitad del campo, eludiendo a cinco rivales y al arquero, antes de definir con el arco vacío.
Fue una obra maestra de habilidad, velocidad y precisión que dejó boquiabierto al mundo.
Argentina se clasificó para la final, donde se enfrentaría a Alemania Federal.
La final se jugó el 29 de junio en el Estadio Azteca de Ciudad de México, ante más de 100 mil espectadores. Cuando todo parecía indicar que habría prórroga, Maradona apareció para darle el triunfo a Argentina.
A los 83 minutos, recibió un pase en la mitad del campo y se giró para habilitar con un toque magistral a Jorge Burruchaga, que corrió hacia el arco y definió ante la salida del arquero Harald Schumacher. Fue el 3-2 definitivo que le dio a Argentina su segundo título mundial.
Maradona fue la gran figura del Mundial, al participar en diez de los catorce goles de su selección (cinco goles y cinco asistencias). Fue elegido el mejor jugador del torneo y recibió el Balón de Oro.
Su actuación fue considerada como una de las mejores de la historia del fútbol y lo consagró como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos.
7. El Mundial de 1990
Después de haberse consagrado campeón del mundo en México 1986, Maradona llegó al Mundial de Italia 1990 como el líder indiscutido de la selección argentina, dirigida por Carlos Bilardo.
Este mundial fue un capítulo agridulce en la carrera de Diego Maradona. Aunque Argentina llegó a la final, el torneo estuvo marcado por lesiones y polémicas que ensombrecieron la brillantez de su juego.
Maradona comenzó el torneo con una serie de molestias físicas que preocuparon a los aficionados. A pesar de esto, su influencia en el equipo era innegable.
En los octavos de final contra Brasil, Maradona ofreció una actuación memorable, asistiendo en el gol decisivo de Claudio Caniggia.
Sin embargo, en los cuartos de final contra Yugoslavia, Maradona sufrió una lesión en el tobillo que puso en peligro su participación en el resto del torneo.
A pesar del dolor, Maradona jugó la semifinal contra Italia y, aunque no pudo marcar, su presencia en el campo fue vital para llevar el partido a la tanda de penales, donde Argentina avanzó.
En la final contra Alemania, Maradona luchó contra el dolor y la fatiga, pero no pudo repetir la hazaña de cuatro años atrás. Argentina perdió 1-0 en un partido reñido.
A pesar de eso, la determinación y el espíritu de lucha de Maradona en 1990 mostraron su devoción por la camiseta albiceleste.
Aunque la copa se escapó de sus manos, su legado como uno de los más grandes de todos los tiempos estaba ya sellado en la historia del fútbol. Maradona lloró desconsoladamente en el campo.
Fue un final amargo para una selección que había mostrado garra y corazón para llegar hasta ahí, pero que no pudo revalidar su título. Maradona fue elegido como uno de los mejores jugadores del torneo y recibió el Balón de Plata.
8. El doping en el ´94: “Me cortaron las piernas”
El Mundial de 1994 en Estados Unidos fue un episodio oscuro en la carrera de Diego Maradona. Después de una impresionante carrera futbolística, el ícono argentino se vio envuelto en controversia y tragedia.
En este torneo, Maradona fue sometido a un control antidopaje después del partido contra Nigeria. El resultado fue positivo para efedrina, una sustancia prohibida.
Maradona afirmó que había utilizado una crema para tratar una lesión que contenía esa sustancia y que no era consciente de que estaba prohibida. Sin embargo, las autoridades no aceptaron esta explicación.
El incidente fue devastador para Maradona. En una entrevista, expresó su angustia con la frase: “Me cortaron las piernas“, refiriéndose al golpe que supuso para él la sanción y cómo le impidió representar a su país en ese torneo.
También acusó a la FIFA de haberlo perseguido y de haberle tendido una trampa.
La suspensión de 15 meses de la FIFA marcó el final de la carrera internacional de Maradona y dejó un sabor amargo en la historia de uno de los futbolistas más talentosos y carismáticos de todos los tiempos.
La noticia del doping de Maradona conmocionó al mundo del fútbol y causó una profunda tristeza en el jugador y en los hinchas argentinos.
Argentina sintió la ausencia de Maradona y fue eliminada en octavos de final por Rumania (2-3). El Mundial de Estados Unidos fue el último que disputó Maradona, que no pudo despedirse como él hubiera querido.
9. La vuelta a Boca
Después de cumplir su sanción, Maradona volvió a jugar al fútbol en 1995, cuando se incorporó a Boca Juniors por segunda vez en su carrera.
La vuelta de Diego Maradona a Boca Juniors fue épica en la historia del fútbol argentino. Después de su paso por el Barcelona y el Napoli, Maradona regresó al club que lo vio nacer como futbolista.
El anuncio de su regreso fue recibido con una ovación ensordecedora por parte de los fanáticos de Boca. Las expectativas eran enormes y Maradona no defraudó. A pesar de que su estado físico no era el mismo que en sus años dorados, su genio futbolístico seguía intacto.
Maradona lideró a Boca Juniors a la conquista de la Supercopa Sudamericana en 1994, un logro que llenó de orgullo a los aficionados. Su segunda etapa en Boca Juniors también fue importante porque mostró a un Maradona más maduro y comprometido con su deporte.
A pesar de que esta etapa no duró tanto como la primera, el regreso de Maradona a Boca Juniors dejó una marca impresionante en la historia del club y en el corazón de los hinchas.
Fue un capítulo final emocional en la carrera de uno de los futbolistas más grandes de todos los tiempos.
Maradona se retiró oficialmente del fútbol el 30 de octubre de 1997, cuando anunció su decisión en una conferencia de prensa. Sin embargo, volvió a jugar un partido homenaje el 10 de noviembre de 2001, en la Bombonera. Fue su despedida definitiva como jugador, rodeado de amigos y admiradores.
Maradona volvió a Boca como director técnico en 2019, cuando asumió la conducción del equipo tras la salida de Gustavo Alfaro. Dirigió ocho partidos, con tres victorias y cinco derrotas, con un rendimiento del 50%.
Su último partido fue el 8 de marzo de 2020, ante Gimnasia y Esgrima La Plata, en el que Boca se consagró campeón de la Superliga Argentina. Maradona renunció a su cargo el 3 de diciembre de 2020, tras el fallecimiento de su amigo y presidente del club, Jorge Amor Ameal.
Maradona tuvo dos etapas como jugador y una como técnico en Boca Juniors, el club de sus amores. En total, disputó 71 partidos oficiales y marcó 35 goles con la camiseta azul y oro. Ganó un título local y se ganó el cariño de la hinchada, que lo considera uno de sus máximos ídolos.
10. El final de Maradona
El final de Diego Maradona, una de las leyendas más grandes en la historia del fútbol, fue un momento trágico y desgarrador para el mundo entero.
El 25 de noviembre de 2020, Maradona falleció a los 60 años en su hogar en Tigre, Argentina, dejando a millones de fanáticos en estado de shock y luto.
Desde su muerte, el fútbol ha perdido una de sus mayores estrellas. Aunque ya no podemos disfrutar de su magia en vivo, su legado sigue vivo en la memoria de los fanáticos y en los archivos del fútbol.
Las generaciones futuras podrán maravillarse con sus habilidades gracias a los videos y documentales que nos han dejado. Incluso después de su muerte, Maradona sigue siendo una referencia para muchos jugadores jóvenes que sueñan con alcanzar la grandeza.
Sus jugadas maestras siguen siendo recordadas y analizadas en todo el mundo. Además de su impacto en el campo, Maradona también fue un defensor de causas sociales y un símbolo de identidad y orgullo para Argentina y más allá.
Aunque Diego Maradona ya no esté físicamente entre nosotros, su espíritu y su magia continúan viviendo en el corazón de todos los amantes del fútbol.
Será recordado como uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos, y su historia seguirá siendo contada una y otra vez. Su influencia está en cada gol, en cada regate y en cada momento mágico en el campo de juego.
Sin duda alguna, el fútbol nunca será el mismo sin el astro argentino, pero su legado eterno perdurará por siempre.
Aunque el tiempo avanza y nuevas estrellas del fútbol emergen, la ausencia de Maradona dejó un vacío que nunca podrá ser llenado por completo y nos recordó la fragilidad de la existencia humana.
Su ausencia en los estadios es un recordatorio constante de la grandeza que se ha ido.
En definitiva, la historia de Diego Maradona seguirá viva en el corazón de todos los amantes del fútbol.
Honramos su memoria y le agradecemos por todo lo que nos dio.
¡FELIZ CUMPLE DIEGO!
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