¡El fútbol está de fiesta! El Manchester City derrotó por 1-0 al Inter de Milán el pasado sábado en el estadio Ataturk de Estambul, lo que les permitió finalmente alzar el trofeo de campeón de la UEFA Champions League. Este codiciado título, conocido como la “orejona”, les había sido esquivo hasta ahora.
Bajo la dirección de Pep Guardiola, el equipo ha logrado su título número 32 en la historia del club, consolidando una temporada de ensueño en la que también se adjudicaron la Premier League y, más recientemente, la FA Cup. En un emocionante enfrentamiento contra su eterno rival, el Manchester United, el City ganó por 2-1.
Este es el segundo triplete de Guardiola, el anterior fue con el FC Barcelona en 2008-2009.
El protagonista en Estambul fue Rodri Hernández, quien a los 68 minutos de juego conectó un magnífico disparo dentro del área que se alojó en las redes y desató la locura de los hinchas ingleses.
Sin embargo, la final inició con un equilibrio notable, ya que el equipo italiano se mostraba bien organizado y bloqueaba cualquier intento del poderoso Manchester City, que llegaba como favorito debido a su impresionante rendimiento en la temporada.
En un partido áspero y trabado, el encuentro no se presentó fácil para “los ciudadanos”. A los 36 minutos, Kevin De Bruyne, uno de los pilares del equipo de Guardiola, tuvo que abandonar el campo debido a una lesión.
No es la primera vez que De Bruyne sufre una lesión en la final de la Champions League. En la derrota del año 2021 ante el Chelsea, el jugador de 31 años sufrió una lesión facial que lo obligó a presenciar el resto del partido desde el banco.
Después del gol de Rodri, el Inter buscó el empate, pero el Manchester City también se benefició de la falta de eficacia del equipo italiano. En el minuto 70, un cabezazo de Federico DiMarco golpeó el travesaño, y Romelu Lukaku tuvo una oportunidad de cabeza frente al arco, pero fue bloqueado por el arquero Ederson, quien también ganó un duelo contra Lautaro Martínez en la primera mitad del partido.
Fue un partido en el que ningún equipo logró dominar completamente a su rival. La tensión de un posible empate se mantuvo hasta el último minuto, y el Inter de Milán hizo un buen trabajo anulando a las estrellas del Manchester City.
“Estoy emocionado”, expresó Rodri después del partido. “Esto es un sueño hecho realidad. Todos estos chicos aquí, esperando durante quién sabe cuántos años, 20, 30, 40… Llevo sólo cuatro años aquí, pero se lo merecen; nosotros nos lo merecemos. En los últimos años, estuvimos tan cerca… Esto es un sueño hecho realidad para todos nosotros“.
El capitán del Manchester City, Ilkay Gundogan, expresó su “orgullo” por el arduo trabajo realizado para ganar esta competencia “extraordinaria”.
“Y lograr el triplete es algo asombroso“, declaró Gundogan. “Es el mayor logro para cualquier equipo de club, y lo hemos logrado. Esto refleja la calidad que tenemos en nuestro equipo, pero también demuestra nuestra dedicación. Quiero agradecer a la afición del Manchester City por su apoyo en esta temporada. Sinceramente, puedo decir que no podríamos haber logrado esto sin ellos. Han sido increíbles y se merecen este momento“.
En esta edición de la Champions League, el Manchester City dominó el Grupo G con 14 puntos. En los octavos de final, eliminaron al RB Leipzig de Alemania con un marcador global de 8-1. Luego, en los cuartos de final, dejaron fuera al Bayern de Múnich con un resultado de 4-1. Y en las semifinales, eliminaron al Real Madrid con un global de 5-1.
LA FIESTA DEL CAMPEÓN
Tras semejante conquista, la celebración por ganar la Champions League, el primer título en la historia del club, comenzó en el campo de juego del Estadio Olímpico Atatürk, continuó en el vestuario y culminó en el hotel Marriott Mármara, el refugio del equipo. ¡El fútbol está de fiesta!
Alrededor de las 3 de la mañana (después de una ceremonia posterior al partido que finalizó pasada la medianoche), el autobús del equipo llegó al hotel y se unieron a la fiesta familiares, amigos y empleados del club, en una celebración que duró hasta el amanecer.
Los afortunados testigos de este evento íntimo debían llevar una pulsera beige que decía Manchester City para tener acceso. Cerca de 500 personas se reunieron en los dos salones principales y el amplio patio del hotel, donde no pararon de cantar y bailar al ritmo del DJ, quien estaba preparado para la ocasión.
No faltaron los temas de Oasis y Coldplay para animar la noche, y, por supuesto, las barras de tragos estaban presentes.
Pero la verdadera estrella de la noche no fue Guardiola, ni Haaland ni ningún otro jugador. Fue el escenario montado en el patio, con tres tarimas, donde reposaban los tres trofeos conquistados por el Manchester City esta temporada: la Premier League, la FA Cup y, en el centro, la Champions League.
A un costado, una larga fila de invitados esperaba pacientemente su turno para capturar esa foto que se convertiría en un recuerdo imborrable.
Mientras los mozos circulaban entre los invitados, los jugadores “dejaron todo” en el evento, al igual que en el campo de juego. Grealish, vestido con el atuendo de jugador y con medias y sandalias, fue uno de los grandes animadores de la fiesta. Incluso llevó con él su propio equipo de música, que resonaba a todo volumen en la zona de encuentro.
Bernardo Silva también se sumó a la diversión con sus chanclas. Algunos jugadores, como Rodri, autor del gol del título, ya estaban vestidos de civil, mientras que otros, como Gundogan, no se quitaban la medalla de campeón en ningún momento durante la noche. El fútbol siempre presente…
Cuando Pep finalmente se retiró a descansar, la fiesta del Manchester City continuó con euforia. Todos celebraron alrededor de las copas, disfrutando de cada logro alcanzado.
PEP ROMPE EL MALEFICIO
Desde mediados de 2012, cuando dejó de dirigir al Barcelona después de cuatro exitosas temporadas que transformaron el fútbol, Pep Guardiola llevó consigo un estigma: no poder volver a ganar la Champions League.
En el Bayern Munich y posteriormente en el Manchester City, el entrenador catalán continuó con su obra exitosa de combinar un juego de calidad con la consecución de títulos. Sin embargo, una y otra vez, el trofeo de la “Orejona” que había levantado en 2009 y 2011 con aquel histórico Barcelona seguía negándosele.
Hasta que este año, finalmente rompió esa maldición.
Con la victoria ante el Inter en Estambul, Pep cumplió con una gran asignatura pendiente y, al mismo tiempo, aumentó su impresionante colección de trofeos: ahora cuenta con 35 títulos en sus 14 años como entrenador de fútbol, siendo solo superado por Sir Alex Ferguson, quien acumula 49 vueltas olímpicas en sus 39 años de trayectoria.
El “Ah, pero en la Champions…” ya no es un argumento válido para los opositores. Para comprender el origen de la alta vara con la que se había juzgado al entrenador de 52 años, nacido en Santpedor, es necesario retroceder a aquellos días en los que lideraba un equipo no solo exitoso, sino también revolucionario.
Con aquel Barcelona que lo ganó todo y dejó una huella imborrable con su estilo de juego innovador, muchos intentaron copiarlo en diferentes partes del mundo. Pep disputó cuatro finales de Champions League en ese periodo. En dos ocasiones (2008/09 y 2010/11), levantó la “Orejona” al vencer al Manchester United en ambas finales. Por otro lado, en otras dos ocasiones (2009/10 y 2011/12), cayó en las semifinales contra los equipos que luego se coronaron campeones del torneo: el Inter de Mourinho y el Chelsea de Di Matteo, respectivamente.
En esas series, especialmente en la última contra el conjunto inglés, el equipo de Guardiola mereció avanzar, con un dominio casi absoluto, disparos al poste e incluso un penal crucial fallado por Messi. Sin embargo, en el fútbol, se sabe que los merecimientos pasan a un segundo plano.
“Parece que ya está, el trabajo está hecho. No nos queda nada por ganar. Pero después de un período de descanso, volveremos. Que el Real Madrid no se confíe, solo estamos a 13 títulos de ellos“, expresó Pep frente a los micrófonos en Estambul.
Aunque su identificación principal es con el Barcelona, Guardiola se siente cómodo en Inglaterra. Añadió: “Han pasado tantos años desde las otras veces que gané la Champions League que apenas lo recuerdo. El Barça siempre será el Barça para mí, pero aquí me han tratado como a un hijo. Parecía que sin esto no tenía sentido, pero también tiene mucho sentido lo que viví anteriormente“.
También hizo hincapié en felicitar al Inter, que estuvo cerca de igualar el marcador en la final. “Quiero felicitar al Inter por su gran partido. Esta competición es como lanzar una moneda al aire, podrían habernos empatado“, señaló.
Siendo campeón de la Premier League, la FA Cup y la Champions League, Guardiola buscará seguir cosechando éxitos en la próxima temporada. La Supercopa de Europa, la Community Shield, la Premier League, la Champions League, la FA Cup, la Copa de la Liga y el Mundial de Clubes… hay más desafíos por delante.
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