En Argentina, el fútbol corre por nuestras venas. No es solo un deporte, es pasión, garra, historia y un estilo de vida que se vive desde la infancia.
Ya sea que estés jugando la canchita con los amigos, en el club del barrio o en torneos amateur, tener una buena resistencia cardiovascular es fundamental para aguantar el ritmo de los 90 minutos, hacer esos sprint decisivos y llegar fresco a cada jugada.
La resistencia cardiovascular es la base para que un futbolista pueda rendir al máximo en cada partido. Sin un buen fondo físico, por más talento que tengas, vas a llegar cansado, te vas a quedar sin aire y eso se traduce en menos precisión, menos velocidad, menos concentración y, finalmente, en un rendimiento pobre.
Pero no te preocupes: mejorar tu resistencia cardiovascular no es cuestión de suerte, sino de entrenamiento inteligente y dedicación.
A continuación, te vamos a contar todo lo que necesitás saber para mejorar tu capacidad aeróbica y anaeróbica, con entrenamientos específicos que podés incorporar en tu rutina, y así dar ese salto que te permita jugar a un nivel más alto.
1. ¿Qué es la resistencia cardiovascular y por qué es clave para el fútbol?
La resistencia cardiovascular, también llamada resistencia aeróbica, es la capacidad del corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos para suministrar oxígeno a los músculos durante el ejercicio prolongado.
En el fútbol, donde el movimiento es constante y los cambios de ritmo son frecuentes, esta capacidad es clave para mantener un rendimiento óptimo durante todo el partido.
Cuando tenés buena resistencia, tu cuerpo puede sostener esfuerzos largos sin fatigarse rápidamente. Eso implica correr, presionar, marcar y atacar sin que el cansancio te pase factura.
Además, mejora la recuperación entre esfuerzos, lo que es fundamental en un deporte de alta intensidad como el fútbol.
2. Tipos de resistencia: aeróbica y anaeróbica, la dupla perfecta
Para rendir en fútbol, no alcanza con tener solo resistencia aeróbica. También es vital desarrollar la resistencia anaeróbica, que es la capacidad de tu cuerpo para sostener esfuerzos intensos y explosivos, como sprints cortos, aceleraciones y cambios de dirección, que se dan constantemente en el juego.
- Resistencia aeróbica: Es la base, el fondo que te permite correr durante todo el partido sin quedarte sin aire.
- Resistencia anaeróbica: Te permite soportar esos momentos de máxima intensidad, donde el corazón se acelera y la oxigenación muscular se vuelve limitada.
Ambas deben trabajarse de manera complementaria para lograr un rendimiento integral y competitivo.
3. ¿Cómo evaluar tu nivel de resistencia cardiovascular?
Antes de lanzarte a entrenar, es fundamental saber dónde estás parado. Evaluar tu resistencia cardiovascular te permite planificar entrenamientos más efectivos y medir tu progreso.
Algunas formas simples de hacerlo son:
- Test de Cooper: Correr la máxima distancia posible en 12 minutos.
- Test de Yo-Yo Intermitente: Muy usado en fútbol para medir capacidad aeróbica y anaeróbica con cambios de ritmo.
- Frecuencia cardíaca máxima: Calculá tu FC máxima con la fórmula 220 menos tu edad, y monitoreá cómo responde tu corazón durante el entrenamiento.
Conocer estos parámetros te ayudará a definir la intensidad y el tipo de entrenamiento que necesitás.
4. Entrenamientos específicos para mejorar la resistencia cardiovascular
4.1 Entrenamiento aeróbico continuo
Este es el método clásico para mejorar el fondo físico.
Consiste en correr o realizar actividades a ritmo constante y moderado durante un tiempo prolongado, generalmente entre 30 y 60 minutos.
El objetivo es mantener el ritmo cardíaco en un 60-75% de tu frecuencia cardíaca máxima.
Ejemplo:
- Trote suave durante 40 minutos sin parar.
- Pedaleada en bici a ritmo moderado.
- Natación continua.
Beneficios: mejora la capacidad pulmonar, fortalece el corazón y aumenta la eficiencia del cuerpo para usar oxígeno.
4.2 Entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT)
El HIIT es clave para el fútbol porque simula los esfuerzos intermitentes del juego.
Consiste en alternar períodos cortos de actividad máxima (sprints, saltos, cambios de ritmo) con períodos de recuperación activa (trote suave o caminata).
Ejemplo:
- Sprint 30 segundos al máximo esfuerzo.
- Recuperación trote suave 1 minuto.
- Repetir 8-10 veces.
Este tipo de entrenamiento mejora la resistencia anaeróbica y la capacidad del cuerpo para recuperarse rápido entre esfuerzos.
4.3 Entrenamientos combinados
Para lograr un desarrollo completo, es fundamental combinar ambos tipos de entrenamiento.
Por ejemplo, una sesión semanal de fondo aeróbico largo, y dos sesiones de HIIT o juegos intermitentes que incluyen sprints y cambios de ritmo.
5. Ejercicios funcionales para la resistencia específica en fútbol
No alcanza con correr en línea recta. En el fútbol se corre en todas direcciones, con cambios de ritmo y paradas repentinas.
Por eso, incorporar ejercicios funcionales específicos es vital para mejorar la resistencia en contexto real.
- Carreras con cambios de dirección: marcá conos en zigzag y corré haciendo cambios bruscos.
- Sprint con arrastre: simular que llevás un peso para aumentar la resistencia muscular.
- Circuitos con pelota: combinar técnica y resistencia, trotando con la pelota, haciendo pases y remates.
6. La importancia de la alimentación para mejorar la resistencia

No basta con entrenar, el combustible que le das a tu cuerpo es fundamental.
Para mejorar la resistencia cardiovascular, tu dieta debe estar orientada a mantenerte energético, hidratado y con músculos fuertes.
- Carbohidratos complejos: arroz, avena, batata, que brindan energía sostenida.
- Proteínas: pollo, huevo, pescado para recuperación muscular.
- Grasas saludables: frutos secos, aceite de oliva para la función celular y energía.
- Hidratación constante: no esperes a tener sed para tomar agua.
7. Descanso y recuperación: la clave para mejorar sin lesionarte
Entrenar duro es importante, pero descansar también lo es.
El cuerpo necesita tiempo para reparar fibras musculares y adaptarse a la carga de trabajo.
Dormir bien, hacer estiramientos y técnicas de recuperación activa aceleran el proceso.
8. Cómo planificar tu rutina semanal para mejorar la resistencia cardiovascular
Para un futbolista amateur, un ejemplo de una semana efectiva puede ser:
- Lunes: Entrenamiento aeróbico continuo (trote suave 40 minutos).
- Martes: HIIT (sprints 30 seg x 8 repeticiones con 1 min de recuperación).
- Miércoles: Descanso activo (bicicleta suave o caminata).
- Jueves: Entrenamiento funcional con pelota y cambios de dirección.
- Viernes: HIIT con circuitos específicos para fútbol.
- Sábado: Partido o entrenamiento táctico.
- Domingo: Descanso total.
9. Errores comunes a evitar al entrenar la resistencia cardiovascular
- Entrenar siempre igual, sin variar intensidad ni tipo de ejercicios.
- No respetar los tiempos de recuperación, lo que genera sobreentrenamiento.
- Descuidar la alimentación y la hidratación.
- Ignorar las señales del cuerpo y entrenar con dolor o fatiga extrema.
10. Historias de jugadores argentinos que mejoraron su rendimiento con entrenamiento cardiovascular

Muchos ídolos del fútbol argentino destacan que una parte clave para su éxito fue trabajar duro en la resistencia. Desde Diego Maradona hasta Lionel Messi, el fondo físico fue un pilar para poder jugar a alta intensidad durante todo el partido y llegar a los 90 minutos con fuerza para definir.
No alcanza con tener una zurda mágica o una gambeta endiablada si las piernas no responden cuando el partido entra en zona caliente. Por eso, muchos de nuestros grandes ídolos no solo se destacaron por su técnica, sino también por su preparación física, y dentro de ella, el entrenamiento cardiovascular fue clave.
Diego Maradona, por ejemplo, durante su preparación para el Mundial ’86, se entrenaba con una determinación feroz. Su capacidad para sostener el ritmo, retroceder a buscar la pelota y volver a romper líneas fue parte de lo que lo convirtió en leyenda.
Años más tarde, Lionel Messi también entendió que, para mantenerse en la élite, debía potenciar su resistencia. Modificó su rutina, sumó entrenamientos aeróbicos y fortaleció su capacidad pulmonar, algo que se notó especialmente en Qatar 2022, donde fue figura durante todos los minutos de cada partido, incluso en la prórroga.
Casos como los de Javier Mascherano, quien corría como si tuviera tres pulmones, o Ángel Di María, con su despliegue incansable, son ejemplos claros de que la resistencia no es un detalle: es el corazón del juego.
Entrenar el cardio no solo mejora el rendimiento, también moldea el carácter de esos jugadores que, en el minuto 89, todavía tienen resto para darlo todo por la camiseta.
Porque en el fútbol argentino, el esfuerzo no se negocia.
Ejercicios y recomendaciones
1. Entrenamiento aeróbico continuo
Objetivo: Mejorar la capacidad pulmonar y la eficiencia cardiovascular.
Ejercicio recomendado:
- Trote suave constante:
- Duración: 30 a 45 minutos.
- Intensidad: Mantener un ritmo donde puedas hablar sin quedarte sin aire (60-75% FC máxima).
- Terreno: Preferentemente césped o pista para evitar lesiones.
- Duración: 30 a 45 minutos.
Consejo visual: Imaginá que estás dando vueltas al potrero, disfrutando el ritmo, respirando profundo, preparándote para el partido.
2. Entrenamiento Interválico de Alta Intensidad (HIIT)
Objetivo: Mejorar capacidad anaeróbica y la recuperación entre esfuerzos cortos e intensos.
Ejercicio recomendado:
- Sprints con recuperación:
- Sprint máximo esfuerzo: 20-30 segundos.
- Recuperación activa trotando o caminando: 60-90 segundos.
- Repeticiones: 8 a 12 series.
- Sprint máximo esfuerzo: 20-30 segundos.
Consejo visual: Pensá en esos momentos decisivos del partido, cuando tenés que salir a presionar o buscar la pelota en la última jugada.
3. Entrenamientos funcionales con cambios de dirección
Objetivo: Simular las condiciones reales de partido donde hay que frenar, arrancar, girar y mantener el ritmo.
Ejercicio recomendado:
- Zigzag entre conos:
- Colocá conos separados 3 metros uno del otro en línea zigzagueante.
- Corré a máxima velocidad haciendo cambios bruscos de dirección.
- Hacé 4 series de ida y vuelta con descanso de 2 minutos entre cada serie.
- Colocá conos separados 3 metros uno del otro en línea zigzagueante.
Consejo visual: Imaginá que estás gambeteando rivales en el área, buscando ese hueco para meter el pase o el remate.
4. Circuitos combinados con pelota
Objetivo: Integrar resistencia física con técnica para que tu cuerpo se acostumbre al esfuerzo mientras manejás la pelota.
Ejercicio recomendado:
- Circuito:
- 10 metros trotando con la pelota al pie.
- 5 toques de pase y control con un compañero o contra pared.
- 5 remates al arco.
- Sprint 10 metros.
- Repetir circuito 5 veces con descanso de 3 minutos.
- 10 metros trotando con la pelota al pie.
Consejo visual: Jugá con la emoción de la cancha, recordá que cada paso que das es para ganar ese partido que tanto soñás.
5. Alimentación y recuperación para potenciar el entrenamiento
- Antes de entrenar: Comé algo liviano pero energético (banana, barra de cereal).
- Durante el entrenamiento: Hidratate cada 15-20 minutos.
- Después del entrenamiento: Proteína para recuperación muscular (huevo, yogurt), y carbohidratos para reponer energía (batata, arroz integral).
Consejo visual: Tu cuerpo es como un auto de carrera, necesita el mejor combustible para correr fuerte.
6. Seguimiento con frecuencia cardíaca
Usá un reloj o pulsera con medidor de ritmo cardíaco para controlar tus zonas de entrenamiento:
- Zona aeróbica: 60-75% FC máxima.
- Zona anaeróbica: 80-90% FC máxima.
Consejo visual: Aprendé a escuchar a tu corazón como si fuera un entrenador que te dice cuándo acelerar o bajar el ritmo.
7. Plan semanal detallado (ejemplo para un jugador amateur)
Día | Actividad | Duración | Intensidad |
Lunes | Trote suave aeróbico | 40 minutos | Moderada |
Martes | HIIT: sprints y recuperación activa | 25-30 minutos | Alta |
Miércoles | Descanso activo: bici o caminata suave | 30 minutos | Baja |
Jueves | Circuitos funcionales con cambios de dirección | 30 minutos | Alta |
Viernes | Entrenamiento combinado con pelota | 40 minutos | Media-Alta |
Sábado | Partido o entrenamiento táctico | Variable | Variable |
Domingo | Descanso total | – | – |
Conclusión
Mejorar tu resistencia cardiovascular para el fútbol no es un camino fácil, pero sí un camino necesario para cualquier jugador que quiera rendir al máximo.
Entrenar de manera inteligente, combinar diferentes tipos de ejercicios, cuidar tu alimentación, descansar bien y respetar los tiempos de recuperación te van a permitir dar ese salto que te diferencie en la cancha.
En el fútbol argentino, donde el ritmo es frenético y la competencia feroz, estar físicamente preparado es tan importante como la habilidad con la pelota.
Ponete a entrenar con compromiso, escuchá a tu cuerpo y vas a ver cómo tu rendimiento mejora partido a partido.
Porque en el fútbol, la resistencia es mucho más que aguantar, es la llave para seguir soñando con dejar todo en la cancha.
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