El Milagro de Berna

La FIFA recuerda una emocionante contienda de la Copa Mundial de la FIFA. En esta ocasión se recuerda a la República Federal de Alemania sorprendiendo a Hungría en la final de Suiza 1954.

Por fifa.com

¿Cómo llegaron?

Hungría llegaba al partido como la más clara favorita para ganar una final en la historia de las Copas Mundiales. Siete meses antes se había convertido en el primer equipo no británico en batir a Inglaterra en Wembley. Tras ganar aquel partido por 3-6, arrollaron de nuevo a los ingleses por 7-1 antes de que comenzara el mundial de Suiza 1954. En el torneo, los «magiares mágicos» promediaron 6.25 goles en su camino hasta el partido definitivo en el Estadio Wankdorf. Además, contaban con Puskas, el mejor jugador del planeta, que reaparecía tras una lesión.

Un dato aterrador: Alemania Occidental sabía que la contundente derrota por 8 a 3 en la fase de grupos ante Hungría podía considerarse afortunada. Perder «solo» por cinco goles se había debido a que Puskas tuvo que salir del campo cojeando al inicio de la segunda parte en una época en la que no había cambios. Las mínimas esperanzas de derrotar al «Equipo de oro» húngaro de los alemanes pasaban por las condiciones meteorológicas. En Berna diluviaba, y los jugadores de Alemania Occidental, que se referían a ese clima como «el tiempo de Fritz Walter», salieron con tacos ajustables para adaptarse a la lluvia.

El Partido

Herberger insistió en que era «fundamental no empezar mal, como en la fase de grupos», pero el inicio de Alemania Occidental fue aún peor: Puskas y Czibor colocaron el 2-0 en el marcador en apenas ocho minutos. Antes del partido se vaticinaba la mayor victoria en una final de la Copa Mundial, y todo hacía pensar que la predicción se cumpliría. Pero no por mucho tiempo. Morlock redujo la diferencia con un gol de depredador del área y, en un córner, Rahn logró el empate para un equipo por el que nadie apostaba.

Este gol dio paso a un asedio incesante a la portería alemana. Hidegkuti hizo temblar el poste, Kocsis cabeceó al larguero, Kohlmeyer salvó dos goles de forma agónica en la misma línea y Turek realizó dos paradas increíbles. Más tarde, a seis minutos del final, Hungría encajó un golpe totalmente inesperado. El amago de pase de Rahn cogió a varios rivales a contrapié, y su duro disparo se alojó junto a la cepa del palo. Puskas marcó el empate tras un pase prolongado por Kocsis, pero el tanto se anuló por fuera de juego. El pitido final sonó claramente para poner fin a una de las sorpresas más increíbles de la historia del fútbol.

Datos claves

  • En una encuesta realizada entre miembros de los medios de comunicación presentes en la final de Suiza 1954, 39 de 40 predijeron una victoria de Hungría.
  • La derrota puso fin a una racha de 30 partidos invictos de la selección magiar. Esta cifra fue un récord en el fútbol internacional hasta que la Argentina de Diego Simeone, Fernando Redondo y Gabriel Batistuta permaneció invicta 31 partidos, entre la final de Italia 1990 y una derrota por 2-1 ante Colombia en 1993.
  • Hungría y Alemania occidental, que anotaron 27 y 25 tantos respectivamente en Suiza, siguen siendo los dos equipos más goleadores en una Copa Mundial. Los de Herberger encajaron 14 goles en total, el doble de los recibidos por el segundo equipo ganador más goleado (Brasil, con siete goles en contra en 1970).
  • Con su doblete en la final, Rahn sumó cuatro goles en Suiza 1954. Cuatro años después, «el Jefe» se convirtió en el primer jugador en anotar cuatro o más goles en varias Copas Mundiales. Con el tiempo, su gesta fue emulada por Vavá, Pelé, Gerd Muller, Teófilo Cubillas, Gary Lineker, Gabriel Batistuta, Ronaldo, Christian Vieri, Miroslav Klose, Thomas Muller, Kylian Mbappé y Lionel Messi.

CONTACTO

hola@mas10.ar

Argentina

+54 9351 239 2367